Aunque en esta ocasión los regalos no vengan del lejano oriente, sino de uno más cercano; no sean tres, sino dos; y estemos en pleno agosto, nuestros amigos Sonja y Peter han enviado un gran donativo a nuestro refugio para completar la mejora de las nuevas instalaciones para gatitos que concluimos hace poco. Entre otras cosas, nos han hecho llegar hamacas de ventana; camas colgantes para las paredes; túneles de madera y rafia; grandes rascadores… que ya hacen las delicias de los más peques del refugio. A pesar de la distancia, ambos no dudan nunca en ayudarnos de mil maneras y nos sentimos profundamente afortunadas por ello.
Para poder tenerlo todo a gusto de los felinos, hemos contado también con la siempre desinteresada ayuda de Coqui, uno de nuestros voluntarios, quien no dudó en emplear una jornada de trabajo allí en el refugio y dejarlo todo colocado y listo para usar. Por supuesto los gatos no tardaron nada en darle las gracias de la mejor manera que saben: disfrutando de los nuevos artilugios.
Sirva esta breve nota de agradecimiento para hacerles llegar a los tres nuestro mayor cariño y aprecio.