Agu

Se fractura un hueso y, además del inmenso dolor, toda tu vida se desmorona. No podemos saber dónde vivía Agu, ni cómo o con quién, pero es muy probable que haya sido abandonado por una fractura antigua que ha soldado sola y que hace que una de sus patas traseras tenga una malformación. Echado de su hogar por su anterior dueño, ahora es ya parte de nuestra familia.

A los pocos días de su rescate lo hemos llevado a un veterinario externo y nos comenta que ya no hay dolor, al menos la mayor parte del tiempo. Para «arreglar» eso tendría que abrir, romper el hueso, unir con fijadores externos, reposo, revisiones, provocar dolor….. y que sería sólo por motivos estéticos. No lo vamos a hacer. Si Agu puede hacer una vida absolutamente normal, no nos importa su deformidad. Por ahora sólo cojea un poco cuando se cansa. De momento está con tratamiento antiinflamatorio y tenemos que observar su evolución.

Ha estado en casa de acogida temporalmente con uno de nuestros voluntarios y colaboradores. Allí convive con otros perros, machos y hembras, con gatos, con niños….. compatible del todo. También muestra un comportamiento normal con las personas, sin un mal gesto, ni nada parecido.