Tomamos prestados estos básicos y acertados consejos que nuestros amigos y referentes de «Tartaruga Educació Canina» publicaron en su página de FB recientemente y los compartimos desde nuestra web ya que entendemos que son de gran interés para quienes convivimos a diario con perros y tenemos la obligación (y generalmente el gusto) de pasearlos. Pasar de un paseo rutinario o inadecuado a uno de calidad y adaptado es cuestión de sentido común. Esperamos que os guste a la par que os resulten útiles.
1. Adapta los tiempo de paseo según la edad de tu perro. No es lo mismo pasear con un cachorro, con un adulto, con un anciano, ya que cada etapa tiene unas limitaciones e implica unas capacidades. Sobrepasarlas es exigirle por encima de sus posibilidades lo que provocará la aparición de miedos e inseguridades.
Un perro con miedo se mantendrá alerta y le costará disfrutar de su paseo, dedicando el tiempo del que dispone a tratar de evitar las situaciones que teme.
2. Ten en cuenta la cantidad de estímulos y la capacidad de tu perro para asumirlos. No por más cosas que veamos, aprenderemos más. Tenemos una capacidad de aprender directamente relacionada con la posibilidad de observar las experiencias de manera calmada y a nuestro ritmo. Nadie aprende bajo una situación de estrés y nuestro perro menos.
Observa bien a tu perro, lee su lenguaje corporal y conoce cuándo se siente cómodo y cuándo sobrepasado por los elementos y situaciones durante el paseo.
3. Procura momentos de paseo sin correa. Como animal social, el perro necesita poder desarrollar sus capacidades de relación con otros perros y con el entorno. Busca espacios adecuados a sus capacidades y permite que se relacione libremente.
4. Utiliza material de paseo adecuado y realiza un buen uso. El paseo es un momento de alta interacción con todo lo que nos rodea y tu perro necesita experimentar y disfruta. Para ello es imprescindible una buena elección del material de paseo y usarlo bien.
Únicamente con una correa larga (3-4 metros) y un arnés que no limite el movimiento normal de sus articulaciones, podremos reducir las evidentes limitaciones que implica llevar el perro atado.
5. Prioriza la vivencia de experiencias al control de las iniciativas de tu perro. La calle es la escuela y los paseos, momentos de aprendizaje generados a partir de experiencias vividas. Poder vivirlas sin nuestra interferencia directa, permitirá al perro valorarla y aprender sobre ello.
Esta es la base de un paseo recreativo, educativo, relajante y completo. Al tiempo que la clave para que tu perro se convierta en un adulto seguro, maduro y equilibrado.
Ponlo en marcha y aprende tú también a disfrutar de los paseos en su compañía.