¿Qué superior concepción de nuestra especie nos dá el terrible derecho a decidir sobre la vida de otro ser?
Una falta absoluta de empatía caracteriza a gran parte de individuos de nuestra especie que usan a los animales como meros objetos sin sentimientos, para lograr un beneficio personal. En estos días nos hemos visto desgarradas nuevamente por dos sucesos que, aunque a priori puedan parecer diferentes, no son más que exponentes de esa falta de empatía a la que nos referimos.
No es la primera vez que sucede, pero el pasado sábado llegó a nuestras instalaciones un perro, adulto, con chip, que en su relativamente corta vida, había pasado por, al menos, 4 diferentes «propietarios». Vendida por un criador de fuera de nuestra comunidad autónoma, la perrita en cuestión, buena a rabiar, había sido vendida a un tipo que, después de obtener de ella un par de camadas (es una raza que está por desgracia muy de moda), la vendió por 200€ a otra persona que, curiosamente, también la quería para criar con ella. Una vez que estas personas habían agotado sus posibilidades de seguir vendiendo sus cachorros, al final, la pobre perra, fue entregada a una cuarta persona, para que la tuviera en el campo, cuidando de la finca.
¿Podéis imaginar por un momento lo que ha debido significar para ella cambiar continuamente de «familia», de entorno, de vida?, ¿podemos si quiera imaginar levemente lo que habrá sentido al ser despojada, una y otra, y otra vez, de sus crías?, ¿se habrán asegurado esas personas, incluido el supuesto criador, de que esos bebés hayan caído en buenas manos?
Todas estas preguntas se responden con un rotundo NO.
Al mismo tiempo, alguien deja en jefatura una caja con cinco cachorros minaditos de pulgas y parásitos internos. Tantos que uno de ellos ya ha fallecido con apenas 30 días de vida y a pesar de todos nuestros esfuerzos y de las atenciones de la clínica veterinaria donde ha estado ingresado. ¿Tiene esta situación algún sentido por dios?, ¿no nos damos cuenta de que todos ellos son seres vivos y no complementos de moda??
Desde aquí lanzamos un grito que ahoga nuestras almas destrozadas por tanto sinsentido y tanto sufrimiento gratuito: DEJAD DE USAR A LOS ANIMALES. No nos pertenecen, no somos sus dueños, no somos (ni de lejos) mejor que ellos. Estamos aquí para convivir, respetando las diferencias de cada especie, ¿tan difícil es de entender?
Mientras las leyes no sean aplicadas con más rigor, no sean más duras y mientras toda la sociedad no se implique, la situación seguirá siendo vergonzosa. Malditos humanos …