Instalaciones saturadas y recursos bajo mínimos
Decenas de avisos diarios del tipo “me he encontrado un gato (o un perro)” (cuando no un conejo, o una gaviota herida, o cualquier otro pobre animal en situación de abandono o enfermedad), “no puedo seguir haciéndome cargo de mi perro, que es buenísimo”, “ahora tengo alergia y quiero entregar a mis gatos”… así que se lo digo a la protectora, que “para eso está”, pero… ¿se han parado a pensar qué es una protectora?
¿Se han parado a pensar qué necesita ese animal cuando ya está en nuestras instalaciones? No, generalmente no. Una vez recogido cae en el olvido porque ya no “molesta”, ya no se ve vagando, herido o maullando, ya no es su problema, ya da igual. Las curas, tratamientos, revisiones veterinarias, intervenciones quirúrgicas; la alimentación, los cuidados, la compañía, los paseos; las acogidas, adopciones, viajes; el presente y futuro de ese pobre animal ya no importa a casi nadie, tan sólo a las voluntarias que los atendemos a diario.
La protectora “Siempre Contigo” está formada por un grupo de personas que hemos decidido invertir nuestro esfuerzo, trabajo, tiempo, recursos y ganas, en cambiar la vida de esos animales. Personas como las demás, con familias, trabajos, vidas… que van quedando en segundo plano ante tanto abandono y maltrato animal. Personas saturadas y extenuadas, casas de acogidas repletas, voluntarias y voluntarios desbordados, recursos casi inexistentes y siempre al mínimo.
Tan sólo en lo que va de mes, 12 perros y 23 gatos, han sido recogidos y atendidos por nosotras. Está siendo uno de los peores veranos de nuestra historia, ya que las adopciones están bajo mínimos y muchos de los perros que nos llegan son de gran tamaño (lo que dificulta su adopción y que puedan compartir jaula con otros perros en el refugio). Además, varios perros y gatos encontrados no han podido ser recogidos por falta de espacio físico. Y si nos referimos a las colonias felinas de nuestro municipio, eso ya es para llorar directamente: incomprensión y ataques de personas intolerantes; abandonos diarios de gatos caseros en colonias silvestres, condenándolos así a una lenta y dolorosa muerte; críticas infundadas que echan por tierra todo el esfuerzo de años… esa es nuestra realidad.
No somos omnipotentes, no somos diosas, no tenemos recursos ilimitados, ni nos caen del cielo. Somos voluntarias y tú, si tú, también puedes serlo. Sin tu ayuda no podemos seguir ayudándolos. Haz voluntariado, acoge, realiza donaciones, apadrina/amadrina, … contribuye a salvar vidas. También es tu labor. También es tu responsabilidad. También es tu elección.