«NO PASA NADA…»

«NO PASA NADA…»

¿Cuántas veces os habéis encontrado en una situación que, a todas luces, resulta invasiva para vuestro perro pero que otras personas, con sus perros, no son capaces de ver o respetar?
«No pasa nada», «Mi perro es bueno», «El mío sólo quiere jugar»… estas frases y otras similares parecen justificar cualquier acercamiento entre dos o más perros sin importar si todos ellos se sienten bien con la situación. Pero ¿y si el que no quiere es tu perro?

Hay muchos motivos que pueden hacer que tu perro se sienta incómodo con el acercamiento de otro perro, incluso si el tuyo es sociable de forma habitual.
Puede tener dolor o molestias (alguna herida, operación reciente, enfermedad…); puede haber tenido una mala experiencia con ese mismo perro que ahora se acerca como si nada o con otro similar, o incluso con otro perro distinto pero muy recientemente; puede que el acercamiento sea demasiado directo, rápido, enérgico…; puede ser que simplemente no le apetezca relacionarse en ese momento concreto.
Si lo piensas, a tí mismo puede pasarte exáctamente igual. Las personas tenemos fórmulas más o menos corteses para hacerlo entender a otra persona. Los perros también, por supuesto, el problema es que muy pocas personas las conocen y muchas menos las respetan.

Un consejo importante en este tipo de situaciones es que no tengas dudas en pedir abiertamente a la otra persona que aleje a su perro, que lo controle, que dé espacio al tuyo. Si ves que eso no funciona, simplemente aléjate tú, sal de ese lugar, amplía la distancia física entre ellos. Este tipo de actuaciones evitará más de un enfrentamiento innecesario entre ellos y hará que tu perro no pase por una situación estresante y quizás traumática por la necedad de las personas.

Recuerda siempre que tú eres quien debe garantizar el bienestar de tu animal.